PHOENIX — La pandemia de COVID-19 continúa afectando desproporcionadamente en áreas con mayor población Latina. Estas poblaciones menos-favorecidas dicen sentirse desprotegidas al enfrentar la pérdida de sus empleos. Dicha situación también les limita el acceso a beneficios públicos o seguro médico.
El equipo investigativo de ABC15 entrevistó a una madre del Oeste de Phoenix con dificultades para salir adelante después de perder su trabajo y no contar con ayuda para cuidar de su hija quien está postrada en una cama.
“Siempre estoy pensando en cómo le voy a hacer al otro día'', dijo “Clara” una mujer indocumentada cuya identidad está siendo protegida por razones de seguridad.
Clara y su hija de 26 años han vivido por los últimos tres años en un vecindario escondido ubicado en una área apartada al Oeste de Phoenix.
Clara dice que nunca han vivido con lujos, pero siempre han contado con lo básico para sobrevivir. Sin embargo, ese panorama cambió con la llegada de la pandemia de COVID-19 cuando Clara perdió su trabajo.
“Para mi es muy cansado y muy estresante. Yo pienso que esta enfermedad que tengo ha de ser de puro estrés de que me la llevo pensando si voy a poder completar mi renta, mi luz, mi comida, el medicamento.”
Clara debe dos meses de renta y electricidad, algo que dice poco a poco la va desgastando mentalmente.
“Aunque esté dormida siempre estoy pensando en cómo le voy a hacer al otro día.”
Su mayor miedo es que las desalojen.
“El que me hechen para afuera y a donde voy a dar con mi niña. Me he puesto a pensar qué haría yo en la calle o viviendo en el carro con mi criatura.”
La hija de Clara tiene una discapacidad intelectual, fue diagnosticada con hidrocefalia y está postrada en una cama. Su hija es además una soñadora pero su mamá dice que no pudieron pagar su solicitud para la renovación de DACA.
Ahora ambas no cuentan con un estatus legal por lo que no pueden solicitar beneficios públicos de desempleo o discapacidad
“No hay un día que yo no llore, clamo a Dios siempre por tener una vida mejor'', expresó Clara.
Clara dice que también reza por una vida donde no se sienta ignorada y donde no tenga que vivir bajo las sombras.
“Espero algún día poder darle la vida que mi hija se merece'', dijo Clara.
Clara espera que su historia llegue a algún oficial gubernamental, que no olviden que personas indocumentadas son también parte de la comunidad.
“Le pido a Dios que les toque su corazón y que vean la necesidad de las personas.”
Para ayudar a Clara, contacte De Mujer a Mujer, el grupo que está coordinando las donaciones para Clara.